Ver como una guerra por un mineral ha llegado a sacudir a un país de la forma que lo ha sufrido la República Democrática Del Congo, nos hace cuestionarnos que tan salvajes podemos llegas a ser los seres humanos enceguecidos por el afán del dinero y el poder.
Es triste y aterrador ver como se ha llegado a utilizar la violencia sexual coma arma de guerra, cientos de Ruandesas sufre a diario abusos sexuales por parte tanto de los grupos armados rebeldes y del ejercito rundes.
Los abusos no paran, las mujeres de este país sin importar la edad sin ( las agresiones van desde niñas en total indefensión de de diez años, adolecente y madres cabeza de hogar, ya que muchas han perdido a sus esposos en la guerra) están siendo víctimas de violaciones que de manera directa están acabando con la poca vida que les queda después de vivir ya por varios años la guerra civil que ocasionado la explotación del Coltan, sufren la humillación de ser violadas, las segregación y señalamiento de la sociedad (este abuso no lo sufren solamente las abusadas su núcleo familiar se ve severamente afectado , hijos, padres y allegados) y el peso de llevar a cuestas el hecho de haber sido abusada en su dignidad, en su integridad, solo por vivir donde sus antepasados lo han hecho hace años, donde coinciden las minas más ricas en el mundo de Coltan.
La ONU (Organizacion de las Naciones Unidas) busca crear la forma de indemnizar las víctimas de este delito así como también pretende brindar atención médica y psicológica para hacer más llevadera su vida después de ser víctimas de violación y abusos. Cerca del 80% de los abusadores quedan en libertad o prófugos de la justicia tras ser acusados.
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